Alejandro Paulino Ramos escribe: "Orígenes y trayectoria de la
sociedad civil en la República Dominicana, 1916-1961"
SÁBADO, 18 DE
SEPTIEMBRE DE 2010 13:09
Por :Alejandro Paulino
Por :Alejandro Paulino
(Este ensayo acerca de los "Orígenes y trayectoria de la
sociedad civil en la República Dominicana, 1916-1961" fue escrito
por Alejandro Paulino Ramos y publicado por la Fundación Mujeres en Desarrollo
en el 2010 en su libro "Las Sociedad Civil Dominicana: contribución
a su historia".
Antecedentes:
Libro publicado por la Fundación Mujeres en Desarrollo en el 2010
Las raíces de lo que hoy conocemos como instituciones de la sociedad civil
en la República Dominicana, se proyectan en el pasado histórico del siglo xix
cuando sectores liberales de la intelectualidad buscaban alternativas que
posibilitaran la creación y consolidación de una nación libre y soberana que se
enrumbara hacia el desarrollo económico y social. Se destacaron en esos
propósitos la sociedad La Filantrópica (1840), estrechamente vinculada a la
sociedad secreta La Trinitaria a través de la promoción educativa y cultural,
Los Amigos del País (1846) , con el objetivo de “promover continuamente y
fomentar cuantas mejoras sean posibles par el bien de la Nación”, ayudar al
regreso de los expatriados, y “recaudar fondos para traer de New York un
cargamento de comestible” para los más necesitados, establecer un Colegio para
impulsar la educación y buscar el “alivio de los enfermos” del hospital de San
Lazaros, y otras sociedades que fueron apareciendo en el proceso de formación
de la Nación dominicana.
En aquellos primeros tiempos de la República, los fines perseguidos por las
agrupaciones culturales iban más allá de la asistencia pública y los objetivos
anunciados en los nombres elegidos por sus fundadores , insistiendo ante el
Estado en la necesidad de salir del atraso construyendo vías de comunicación,
estableciendo sistemas educativos funcionales, insistiendo en el mantenimiento
del orden y ponerle fin a las luchas armadas, promoviendo la “inmigración
deseada” y el establecimiento de industrias; pero en especial, favoreciendo la
existencia de regimenes democráticos que respetaran la libertad de culto, de
imprenta y pensamiento lo que hacía que las organizaciones se vincularan o
entraran en contradicción con los proyectos políticos y estatales.
En el proceso para impulsar el desarrollo del país antes de que finalizara
el siglo xix, fueron significativas las actividades desarrolladas por las
sociedades político-literarias, como lo demuestra la existencia de la Liga de
la Paz, que tenía como propósitos impulsar el orden político y la
desaparición de los conflictos armados.
Las sociedades perseguían el desarrollo cultural del país a través de la
publicación de libros, el establecimiento de escuelas, la fundación de
periódicos, el establecimiento de bibliotecas, la apertura de la Universidad, y
auspiciaron la organización de los censos nacionales, así como el
establecimiento de regimenes liberales; esto último comenzó a suceder a partir
de 1880 con la llegada del Partido Nacional al gobierno. Sin embargo, el
descontento producido por la instauración de gobiernos liberales que actuaban
con timidez ante los reclamos de las sociedades organizadas, van a provocar que
estas contemplaran, desde una posición no partidista, concurrir a
elecciones con candidatos propios y mantener fuertes críticas contra el
liderazgo político de Azules y Rojos lo que provocará, especialmente a partir
de la dictadura de Lilís, la persecución de sus lideres y la destrucción de las
instituciones.
Sociedades importantes a finales del siglo xix
______________________________________________________
Nombre Lugar Año Fines
La Republicana Sto. Dgo. 1867 Cultivar inteligencia y ciencia
Literaria Amigos del País Sto. Dgo. 1871 Promover letras y
conocimientos
Literaria Amantes de la Luz Santiago 1874 Educación y cultura
La Educadora Puerto Plata 1876 Educación
Alianza Cibaeña Santiago 1884 Educación
Amantes del Estudio S. P. Macorís
1890 Educación
El Estudio Sto. Dgo. 1891 Educación
Club Regatas C. Colón Sto. Dgo. 1892
Deportes
Club Unión Sto. Dgo. 1892 Esparcimiento
Amor al Estudio La Vega 1894 Educación
Estudio Salomé Ureña Sto. Dgo. 1898
Educación _____________________________________________________
Con los cambios de una economía precapitalista a una industrial iniciado en
el último cuarto del siglo xix, comenzaron a formarse los agrupamientos de
trabajadores urbanos que propiciaban la ayuda mutua y caritativas, perseguían
la protección de sus afiliados, cubrían gastos médicos de los enfermos y la
educación de sus miembros , además de fundar, por ejemplo, la Escuela Nocturna
de Obreros, Academia de Artesanos, bibliotecas para obreros y la Alianza
Cibaeña. Los gremios de trabajadores se constituyeron en la última década
del siglo XIX, siendo importantes los de carpinteros, carreteros, tipógrafos,
cocheros, cigarreros, ebanistas y de obreros portuarios: algunos se vincularon
a huelgas obreras y otros a instancias estatales . Con el advenimiento de la
dictadura de Ulises Heureaux en 1886 las sociedades tendieron a desaparecer o
se hicieron más tímidas en sus reclamos, dando paso a la formación de
clubes en los que se ponía énfasis en los deportes, la diversión y el
entretenimiento de los sus socios, alejados de actividades que pudieran ser
interpretadas como políticas. Después de la muerte del dictador
Heureaux, lo que aconteció el 26 de julio de 1899, surgieron organizaciones
relacionadas con actividades sociales, culturales, de ayuda mutuas, gremios
profesionales, y político-literarias. El Estado fue menos autoritario,
pero los conflictos políticos-militares impidieron el desarrollo de las
mismas.
A partir de 1900 y hasta 1916, en un clima de libertades mediatizadas y en
un ambiente de inestabilidad política y estatal caracterizado por la violencia,
resurgieron los partidos caudillistas y los intelectuales anhelaron tener sus
propios medios de expresión para publicar ensayos y opinar sobre los temas más
importantes del país, agrupándose en torno a “tendencias literarias”, y
fortaleciéndose el gremialismo: fundaron el Casino de la Juventud (1901);
la sociedad cultural Ateneo de la Juventud (1901), el Club de
Artesanos (1902), la Sociedad Arqueológica Dominicana (1902), la Asociación de
la Prensa (1905), Asociación Médica de la Facultad Nacional (1907), Gremio de
Cocheros (1908), Asociación de Dependientes (1909), el Colegio de Abogados
(1909), la Sociedad Patriótica Unión Nacional Dominicana (1909) , así como la
Sociedad 8 de Febrero , y la Unión Escolar de Estudiantes (1912), uno de los
primeros intentos por organizar el movimiento estudiantil dominicano, y otras
de menor trascendencia.
Club de Damas de Moca
La Ocupación Militar Americana
El resurgimiento del caudillismo, la inestabilidad política, la penetración
del capital norteamericano y el control de la economía a través de la
Convención Dominico-americana de 1907, en el marco del inicio de la primera
guerra mundial, motivaron la ocupación militar de la República Dominicana
por los Estados Unidos en 1916.
El control norteamericano y la pérdida de la soberanía van a provocar un
profundo cambio en los propósitos de las sociedades, asociaciones y gremios, y
aunque se fundaron nuevas instituciones desvinculadas con los propósitos del
Estado, en su mayoría adoptaron como principal objetivo la desocupación militar
y el restablecimiento de la nación dominicana.
Tuvieron incidencia en la lucha nacionalista del período, organizaciones
como la sociedad político-literaria El Paladión, surgida en 1917 como
agrupación artística y cultural, dirigida por Carlos Sánchez y Sánchez y
Francisco Prats Ramírez . En el campo de la literatura la de mayor
trascendencia lo fue el Movimiento Postumista (1921), dirigido por Domingo
Moreno Jimenes, Andrés Avelino y Rafael Zorrilla.
Otra organización cultural importante lo fue la Asociación Literaria
Plus-Ultra (1921), dirigida por Manuel Arturo Peña Batlle. Participaban en ella
Alcides García, Jesús María Troncoso, Manuel A. Amiama, Juan Isidro
Jimenes-Grulllón, Arturo Despradel, Carlos Larrazabal Blanco y José Enrique
Aybar. Algunos de los miembros de Plus-Ultra pasaron al Paladión a partir del
momento en que los integrantes de la primera se integraron al Partido
Nacionalista de Américo Lugo. Su reubicación fue una forma de rechazar la
política partidista..
En Santiago, donde hubo un sólido movimiento nacionalista encabezado por
Rafael Estrella Ureña y Ercilia Pepín, se fundó la Asociación de Jóvenes
Dominicanos para “defender los derechos e ideales del pueblo dominicano
como Nación libre, independiente y soberana”. Por su parte, la mujer dominicana
mantuvo una digna participación en la lucha nacionalista a través de
organizaciones como el “Comité de Damas”, organizado en la ciudad de Nueva York
(1919), integrado por mujeres de la región del Cibao que vivían en esa ciudad,
las que motivadas por las damas de Puerto Plata decidieron no “quedarse
rezagadas en esta hora de angustia y de dolor par la Patria” En la ciudad del
Atlántico ya se había constituido “La Junta de Damas” y un grupo de mujeres de
la Capital formó en 1920 la “Junta Patriótica de Damas”, “con el propósito de
recaudar fondos para ayudar la Comisión Nacionalista que actuó en el extranjero
denunciando la ocupación militar americana”.
En el ambito de la juventud, fue constituida la Asociación Independiente de
Jóvenes Dominicanos el 6 de junio de 1922, la que rechazo las
negociaciones que concluyeron con el Acuerdo Hughes-Peynado firmado en ese año
para propiciar la desocupación militar, por entender ese acto como traición al
pueblo dominicano. .
Otras organizaciones de carácter nacional, importantísimas en las luchas
por la desocupación militar, fueron las “Juntas Nacionalistas” , organizadas en
las principales ciudades del país, mientras que la más importante agrupación
político-nacionalista no partidarista lo fue la “Unión Nacional Dominicana”,
constituida en Santo Domingo el 8 de febrero de 1920. La Unión Nacionalista,
como también se le conocía, se constituyó como un frente de masa que aglutinaba
personalidades de diferentes tendencias ideológicas, desde los más radicales
que exigían la “desocupación pura y simple”, hasta líderes de los partidos
caudillistas. Estos últimos se encontraban en receso y rara vez protestaron la
situación de dominación extranjera que se estaba viviendo. En 1921 apareció la
Gran Liga Nacional Dominicana , con iguales propósitos.
Edificio de la Sociedad patriótica La
Filantrópica en el que los trinitarios desarrollaban sus actividades por la
independencia
Como parte del movimiento obrero, Eugenio Kunhardt organizó la “Hermandad
Comunal Nacionalista” y en su representación asistió en 1919 a la
Pan American Labor Conference de Nueva York y a la Conferencia Industrial
Panamericana, denunciando la ocupación militar y exigiendo la salida de las
tropas norteamericanas del territorio dominicano; pero las primeras y más
importantes actividades de denuncias organizadas fuera del país, fueron las
encabezadas por la “Comisión Nacionalista Dominicana”, fundada en 1919 bajo la
dirección de Francisco Henríquez y Carvajal, Tulio M. Cestero, y Max Henríquez
Ureña, quienes se reunieron con funcionarios del Departamento de Estado
de los Estados Unidos y propusieron la desocupación gradual con la cooperación
de los dominicanos, así como el restablecimiento de las libertades civiles y
políticas.
En el ámbito del pasatiempo y la diversión fue importante la fundación de
la Casa España (1917), con el propósito de servir al esparcimiento y recreo de
la comunidad española residente en Santo Domingo, pero de todas las entidades a
que hemos hecho referencia, El Paladión fue la que con más claridad podemos
señalar como una organización político-literaria que promovía la renovación de
la sociedad dominicana.
La Casa de España, lugar tradicional de
la comunidad española en Santo Domingo
Esta institución se mantuvo reclamando reformas políticas y
administrativas, así como educativa y cultural, además de celebraba actividades
culturales. Luchaba armada de principios, promovía debates y polémicas del
“lado de la verdad”, sustentaba ideales y engrandecimiento de la patria. Sus
integrantes “intervinieron en la vida intelectual, --dicen ellos-, sin
reverenciar ideas, sin esconder verdades”. Sus actividades fueron permanentes y
variadas, como queda expresado en el credo de la institución:
“Hemos escrito libros y folletos, hemos hecho obras de propaganda cultural
y democrática, hemos realizado actos de altruismo. Como jóvenes, sabemos vivir
la alegría de la vida; como hombres, no hemos querido dejar de aprovechar el
tiempo. Los años de la dolorosa ocupación militar, templaron nuestro espíritu
juvenil y moral, intelectual y materialmente contribuimos a toda campaña que
persiguiera la liberación de la República, sin reservas mentales, sin poner
límites teóricos a la acción necesaria”.
Los principios éticos, culturales e ideológicos que normaban al Paladión,
estaban sintetizados en sus luchas por la patria, el hombre, los poetas y
artistas, el obrero y sus necesidades, y la renovación de la República Dominicana.
La influencia de Rodó y el arielismo era evidente en todos sus escritos:
“Creemos en la Patria. Creemos en el hombre; creemos en los hombres que
trabajan y sufren. Creemos en la posibilidad de la fraternidad humana. Creemos
en todos los que creen el Ideal. Creemos en los poetas y artistas que no tienen
torres de marfil. Creemos en la eficiencia de la Idea, desconfiando de las
vaporosas palabras teóricas. Creemos en el sudor del obrero y en sus
necesidades. Creemos en la posible renovación dominicana y esperamos,
optimistas, los fuertes renovadores. Creemos en los sistemas ideológicos y en
los mecanismos políticos que van hacia la luz del futuro; no en los que
retroceden hacia las sombras del pasado. Creemos en el talento, en la cultura;
en la bondad y repudiamos la inferioridad mental, la inconsciencia científica y
las maniobras de los hábiles, que tantos males traen a las naciones y a la
humanidad. Creemos en los hombres que luchan, no en los débiles que halagan.
Creemos en todo lo que creen los Compañeros Internacionales de las nuevas
generaciones que tienen ideales y luchan porque la humanidad viva días mejores.
Creemos en el PALADION”.
Sociedad cultural El Paladión, durante la ocupación
militar/historiadominicana.com.do
Esta institución, que al parecer se inició informalmente antes de la
ocupación norteamericana como una pequeña agrupación cultural y literaria,
formada principalmente por intelectuales, evolucionó durante la ocupación
militar hacia la lucha política-nacionalista, y al producirse la desocupación
en 1924 y el país pasar gobernado por el General Horacio Vásquez, entró en una
etapa de madurez en la que algunos de sus integrantes intentaron dotarla de un
andamiaje teórico, ideológico y político, pero apartado de las estructuras de
los partidos políticos, tomando en cuenta la cuestión del Estado y las reformas
de sus instituciones.
Sociedades en el período de Horacio Vásquez (1924-1930.
La desocupación militar del país se produjo en 1924, abriendo las puertas a
la soberanía y la libertad, pero también a la competencia y a la atomización de
los grupos y sociedades culturales y literarias. El período se inició con la
elección del General Horacio Vásquez como presidente en 1924 y terminó con su
derrocamiento en 1930. La época estuvo marcada por un relativo bienestar
económico y un espacio que tendía a la apertura democrática que fue aprovechado
por la juventud dominicana para organizar diferentes tipos de organizaciones,
desde político-partidarias hasta sociedades culturales y de ayuda mutuas. .
Muchos de los agrupamientos de los tiempos de ocupación americana siguieron
existiendo y comenzaron a organizarse nuevas instituciones. La proliferación de
los agrupamientos fue destacada por la revista La Opinión, llegando a sugerir
la unidad de todos en torno a Paladión y los acusó de identificarse con
“rótulos rimbombantes, que nacen, se extinguen y reproducen con la rapidez y
facilidad de lo infructífero”. Las sociedades abandonaron las luchas
nacionalitas para propiciar actividades sociales y culturales que, luego de
iniciada la dictadura de Trujillo intentarán impedir su consolidación, pero la
represión y el control político de ese régimen inducirán a su desaparición o
conversión en agrupaciones que terminaron funcionando como satélites de la política
autoritaria del régimen.
Varias de las organizaciones que intentaron evitar el afianzamiento de la
dictadura, surgieron realmente durante el período de gobierno de Horacio
Vásquez, como fue la Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios (ANEU), que
se constituyó en 1929 con el propósito de “resolver cualquier asunto” a los
estudiantes, constituirse en institución capaz de opinar sobre problemas de
importancia y “propender a que se constituya cuanto antes una Federación de
Estudiantes en la República. Entre sus líderes se encontraban Pedro R. Batista
C., Juan M. Contín, Miguel A. Piantini M., y Ramón Ruiz , y la Asociación
de Instrucción y Socorro de Obreros y Campesinos (AISOC), la que aún
aparentando estar destinada a realizar actividades mutualistas, en realidad se
perfilaba como una organización juvenil revolucionaria.
Además, durante el gobierno de Horacio VAsquéz y antes de 1928, surgió el
“Club Nosotras”, una organización que promovía la cultura, el
esparcimiento, la celebración de veladas, conferencias, exposiciones de
pintura, homenajes a mujeres importantes en la sociedad dominicana. Sus salones
ubicados en la Avenida Meriño, frente al parque Colón, era centro de reuniones
de la mayoría de las organizaciones que no tenían locales donde celebrar sus
encuentros culturales.
Al finalizar los años treinta, ocurrieron acontecimientos y situaciones
nacionales e internacionales que produjeron la caída del presidente Horacio
Vásquez y el surgimiento de la dictadura: la coyuntura provocada por la crisis
económica mundial de 1929, la enfermedad renal del caudillo Horacio Vásquez y
su intento de reelección, facilitó los planes de golpe de Estado de Trujillo
ejecutados definitivamente el 23 de febrero de 1930.
La dictadura de Trujillo y las organizaciones culturales
A partir del 16 de agosto de 1930, fecha en que formalmente se inicia el
gobierno de Trujillo, comenzó a sentirse una baja significativa en las
actividades literaria de los grupos culturales en la medida que la dictadura se
consolidaba, motivando a que miembros de las organizaciones culturales,
literarias y gremiales comenzaran a mostrar interés en favorecer actividades
políticas conspirativas que tuvieron como centros a Santiago de los Caballeros
y a la ciudad de Santo Domingo, lo que a la vez motivó que el régimen comenzara
su desarticulación y su transformación por organizaciones que o se adaptaron a
la nueva situación o terminaron adscribiéndose a los designios de la dictadura
.
El 14 de marzo de 1930 apareció la “Juventud Minorista”, con fines
científicos, literarios y políticos, integrada por José Antinoe Fiallo, Max
Lovatón, Mario Rafael Lluberes, Rafael Montás Franco, Fernando Rodríguez Objío,
y José Ricardo Roques Martínez, y en 1931 apareció la Acción Cultural, como
fusión de las agrupaciones Plus-Ultra, El Paladión y Atenea. Acción Cultural,
la de mayor trascendencia alejada de los intereses políticos del nuevo régimen,
estuvo dirigida provisionalmente por integrantes de El Paladión, pero
luego celebraron elecciones siendo seleccionado como presidente el Lic. Manuel
A. Peña Batlle, principal líder de Plus-Ultra.
Días después de la constitución de la Acción Cultural, comenzó a operar a
principio de agosto de 1931, El Ateneo Dominicano. La reunión fundacional fue
celebrada en el Salón de Actos de la Universidad y entre sus directivos se
encontraban: Enrique Henríquez, Lic. M. de J. Troncoso, Dr. P. E. de Marchena,
Lic. Francisco J. Peynado, Lic. Max Henríquez Ureña, Dr. Eduardo Soler, Lic.
Armando Rodríguez, Felipe Vicini y Juan Tomás Mejía. En el acto fundacional
estuvo presente Rafael L. Trujillo, presidente de la República.
En 1931 apareció también la Acción Feminista Dominicana , con el propósito
de luchar por los intereses de la muje. Mientras la juventud se aglutinaba en
Acción Cultural y parecía rechazar el trujillismo , los viejos y más
conservadores intelectuales se agruparon en el Ateneo y se integraron casi de
inmediato a la dictadura.
Cuando el dictador se preparaba para su primera reelección en 1934,
instituciones culturales como la Sociedad Amantes de la Luz y la Asociación de
Instrucción y Socorro de Obreros y Campesinos (AISOC) , desarrollaron
actividades que fueron tenidas como contrarias a la dictadura, lo que provocó
la represión de los servicios de seguridad y muchos de sus miembros fueron
encarcelados acusados de conspirar contra el gobierno.
Pasada la primera reelección de Trujillo y fracasados los intentos para la
eliminación del tirano, planificados por jóvenes horacistas, normalistas y
marxistas que se habían unidos con ese fin, los escritores e intelectuales
comenzaron a pasarse al trujillismo, especialmente a partir de 1935.
Aparecieron nuevas tendencias literarias y agrupaciones culturales, pero
muy limitadas por el interés de la dictadura; los representantes de las
tendencias literarias, a decir de Joaquín Balaguer, se desatendieron en
absoluto de las esencias de la vida nacional y se propusieron a utilizar el
verso como expresión del sentimiento cósmico y de las vaguedades espirituales.
Los intelectuales, profesionales y escritores se fueron integrando al
proyecto trujillista ya para gozar del poder y sus beneficios o para evitar ser
destruidos por este. Después del primer lustro, gran parte de los integrantes
de la Acción Cultural, y los Postumistas, se integraron al aparato cultural de
la dictadura y llegaron a ocupar posiciones de relevancia en la política
nacional, mientras sus organizaciones desaparecieron sin dejar rastros
significativos.
En cuanto a las mujeres que se habían concentrado en El Club Nosotras,
organización que se había formado durante el período de gobierno de Horacio
Vásquez, esta mantuvo por algún tiempo el dinamismo del período anterior,
celebrando actividades culturales, como fueron por ejemplo, el homenaje a la
pintora Celeste wons y Ricart, las conferencias de Osvaldo Bazil, los
concursos de cuentos en los que participaron Juan Bosch y Tomás Hernández
Franco; actos relacionados con la visita de Gabriel Mistral a Santo Domingo en
1931, la coronación de la Reina el Parnaso de la entidad, los recitales
de Enrique Henríquez y Fabio Fiallo en diciembre de 1931 y las actividades
feministas celebradas como iniciativas del Club que agrupaba a destacadas
mujeres de Santo Domingo.
En aquellos primeros años de la dictadura quedó constituido el Casino de la
Juventud, el 18 de marzo de 1931. Su fundación tuvo lugar en el local del Club
Nosotras, frente a la Plazoleta Colon. Entre sus principales directivos se
encontraban los jóvenes Poupe Soler, Gilberto Marion-Landais, Francisco
Sanabia Ortega y Roco Capano hijo .
A finales de 1933 ya Acción Cultural se encontraba paralizada por la crisis
que la afectaba y por las presiones que sobre el movimiento cultural realizaban
las autoridades. En una información titulada “El Paradójico Hernández Franco”,
y aparecida en la revista Bahoruco está plasmada la situación anotada:
“No sabemos que le pasa a “Acción Cultural”. Aquellos éxitos iniciales han
ido desapareciendo implacablemente. Muy de cuando en cuando da señales de vida
con un acto de cultura; pero el público se muestra remiso y no acude a sus
salones. El sábado en la noche pudo haberlo aprovechado para comprobar que no
hay divorcio entre el público y ella, ya que dictaba una conferencia un
distinguido escritor dominicano; sin embargo, sólo unos cuantos asistieron al
acto. (…)”.
La situación de miedo que abarcó todas las actividades culturales de la
época queda reseñada en una carta pública enviada a La Opinión, el 8 de
septiembre de 1931, por Rafael A. Peña, quien protestó porque ese periódico
informó días antes que él había leído, en el acto constitutivo de Acción
Cultural, un “escrito revolucionario”. Aunque Rafael Peña aceptó que seguía
siendo un revolucionario, aclaró al periódico que su nota podía crearle
“inconvenientes” con las autoridades; el miedo comenzaba a cubrir la sociedad
dominicana.
En cuanto a la ciudad de Santiago, esta fue un hervidero de actividades
cívicas, culturales y revolucionarias en los primeros años de la dictadura. Se
constituyeron organizaciones y las ya existentes fueron tomadas para fines que
sutilmente apuntaban contra el gobierno. En 1932, como parte de esas
actividades, se creó la primera Universidad Popular y Libre del Cibao, como
iniciativa de Juan Isidro Jimenes-Grullón y utilizando para esos fines los
salones de la Sociedad Amantes de la Luz, de la cual él era presidente. Los
cursos impartidos en esa universidad fueron: de Puericultura, Derecho Civil,
Economía Política, Derecho Constitucional, Higiene Social, Historia de América,
Historia de la Literatura Hispanoamericana, principalmente.
En febrero de 1933, la sociedad Amantes de la Luz de Santiago, la
institución cultural más antigua creada en República Dominicana (1874), cerró
sus puertas por falta de recursos, pero realmente la represión era la causa
principal de lo que estaba aconteciendo. El mecanismo para obligarla a
clausurar fue la reducción de los recursos que el Estado aportaba a la
institución. La dictadura de Trujillo se fue imponiendo a través del
chantaje, la manipulación, la represión, y del miedo, y las sociedades fueron
desapareciendo mientras algunos de sus líderes iban a la cárcel, morían en los
centros de torturas, o se iban integrando al gobierno. Las actividades fueron
desapareciendo, la resistencia se hizo imposible y al final, a los
intelectuales y profesionales solo le quedaba como alternativa la conversión
servil al trujillismo.
Para que se tenga una idea de hasta donde llegaba la presión de la
dictadura contra las instituciones que no se plegaban a sus designios, veamos
el siguiente caso: En el periódico La Información se anunció que a la insigne
educadora de Santiago Ercilia Pepín, la cual había sido cancelada de la
dirección del Colegio de Señoritas México por ser tenida como enemiga del
régimen, se le iba a hacer un homenaje. La información aparecida en la prensa
provocó que el 23 de marzo de 1933, la Logia La Libertad aclarara
que era falso que “todas las logias Masónicas del Oriente Nacional se adherían
al homenaje propuesto por un Cuerpo Masónico de Santiago, a favor de la Señorita
Ercilia Pepin (y) desmintieron categóricamente tal afirmación, pues la
Respetable Logia “Libertad” No. 20 que forma parte de esa Masonería Nacional”
no tiene conocimiento de tal cosa .
El venezolano Horacio Blanco Bombona, quien tuvo la gallardía de tocar
temas que ya muchos informadores temían abordar, por lo que en varias ocasiones
fue presionado por las autoridades, informó en 1934, del cierre del ciclo:
“Hace dos o tres años que se notaba en el país una gran actividad cultural.
Frecuentemente en centros sociales como el Club “Nosotras”, “Acción Cultural”,
“El Ateneo”, se dictaba conferencias, muchas veces interesantes, a las cuales
concurría un numeroso público ávido de conocimientos. Llegamos a alentar
grandes esperanzas ante tal panorama. Pero no sabemos lo que nos ha sucedido.
“Acción Cultural cerró ya sus puertas. El Ateneo está en estado cataléptico. Se
sabe que tiene un local en la calle Colón; pero no se sabe otra cosa. El Club
“Nosotras” ha cesado sus desinteresadas actividades culturales y cuando tiene ahora
algún acto, el público no asiste. La Casa de España ha logrado hacer dictar una
conferencia mensualmente en sus salones. Pero no se descubre en la asistencia
el entusiasmo de años anteriores, por tal clase de actos. Esperamos que el
empuje cultural de la sociedad dominicana cobre nuevos bríos. No hay razón para
que nos halla embargado tanto desaliento”.
Principales Instituciones culturales y gremiales de la República
Dominicana, 1930-1942
_______________________________________________
Nombre Lugar
Acción Cultural Santo Domingo
Ación Feminista Dominicana Santo Domingo
Asociación de Artes Graficas Santo Domingo
Asociación Beneficiada Unión Dominicana Santo Domingo
Asociación de Abogados Santo Domingo
Asociación de Amigos de la Rep. Dominicana Santo Domingo
Asociación de Azucareros y Químicos Azucareros San Pedro de Macorís
Asociación de Cafeteros Dominicanos Santo Domingo
Asociación de Estudiantes de Medicina Santo Domingo
Asociación de Estudiantes Normalistas Santo Domingo
Asociación de Estudiantes Universitarios Santo Domingo
Asociación de Farmacia Santo Domingo
Asociación de la Prensa Santo Domingo
Asociación de Maestros Santo Domingo
Asociación de Minerales Santo Domingo
Asociación de Padres y Amigos de la Escuela
de S. Cristóbal San Cristóbal
Asociación de Periodistas de Santiago Santiago
Asociación de Periodistas Santo Domingo
Asociación Feminista Dominicana Santo Domingo
Asociación Ganaderos del Cibao Puerto Plata
Asociación Herniquillo Santo Domingo
Asociación Maestros del Cibao Santiago
Asociación Medica Dominicana
Asociación Nacional de Estudiantes Universitarios Santo Domingo
Asociación Nacional del Magisterio Santo Domingo
Asociación Padre Billin Santo Domingo
Asociación pro-Refugiados Santo Domingo
Asociación Universitaria Santo Domingo
Casa de España Santo Domingo
Centro del Recreo Santiago
Club 19 de Marzo Azua
Club Concordia Santo Domingo
Club de Artesanos Santo Domingo
Club de Damas de Montecristi Monte Cristi
Club de Damas Santiago
Club de Industriales y Artesanos Santo Domingo
Club de la Playa Santo Domingo
Club de Motociclístico Santo Domingo
Club del Comercio Puerto Plata
Club del Comercio Santo Domingo
Club del Ejército Santo Domingo
Club Deportivo Altagracia Santo Domingo
Club Esperanza San Francisco de Macorís
Club Hicayagua Santo Domingo
Club Militar Santo Domingo
Club Náutico Generalísimo Trujillo Santo Domingo
Club Náutico del Ozama Santo Domingo
Club Nosotras Santo Domingo
Club Presidente Trujillo
Club Presidente Trujillo Santo Domingo
Club Quisquella Mao
Club Rotario de Santo Domingo Santo Domino
Club Santiago Santiago
Club Trujillista Santo Domingo
Club Unión Santo Domingo
Country Club Santo Domingo
El Ateneo Santo Domingo
Federación de Clubes de Mujeres Santo Domingo
Presidente Trujillo Beach Club Santo Domingo
Sociedad Alianza Cibaeña Santiago
Sociedad Amantes de la Luz Santiago
Sociedad Atenea Santo Domingo
Sociedad El Paladión Santo Domingo
Sociedad Plus-Ultra Santo Domingo
Tennis Club Azua
___________________________________________________________________
La desaparición de las Sociedades culturales
La desaparición del Club Nosotras estuvo relacionado con la fundación de la
Sociedad Acción Feminista Dominicana: En mayo de 1931 esta sociedad celebró una
reunión, que fue destacada en la página principal del periódico La Opinión,
“con el objeto de celebrar un cambio inicial de impresiones en relación
con el propósito de constituir un grupo femenino que se denominará “Acción
Feminista Dominicana”. Aunque las damas que se reunirán pertenecen muchas al
Club Nosotras”, se trata de una organización distinta, que no tiene nada que
ver con la esfera de acción de aquella institución femenina, que es de pura
acción cultura. La Acción Femenina Dominicana, según nos ha explicado una de
las iniciadoras, no tiene nada que ver con la política y ni tampoco aspirará
por el momento nada relativo al status político de la mujer. Su radio de
acción, será la asistencia social, y así, luchará contra el alcoholismo, por la
protección a la ancianidad desvalida a la infancia, y su propósito esencial es
realizar campañas y actuaciones a favor de todos los desamparados de la
sociedad.”
Realmente, de lo que se trataba era provocar la desaparición del Club
Nosotras y crear la Acción Feminista, la que se destacó como organización muy
vinculada a los intereses de Trujillo, pero esto no evitó que por algún tiempo
la organización de las prestantes damas, realizaran significativas actividades
como fue, por ejemplo, la organización de todo lo relacionado con la visita de
Gabriela Mistral el 17 junio de 1931 .
El 14 de mayo, en el local del Club Nosotras, se reunió por primera vez la
Acción Femenina y eligieron su Junta Directiva . Con el tiempo la sociedad de
damas fue cayendo en el letargo hasta que su directiva, entre la que se
encontraba Abigail Mejía, llamaron a las integrantes de la organización, socias
activas, a una asamblea extraordinaria con el fin de conocer la disolución de
la entidad y liquidar sus bienes, como aconteció en octubre de 1935 .
Por otro lado, en 1933 fue clausurado el Centro de Dependiente, lo que La
Opinión consideró como lamentable: “una sensación dolorosa en todos los
círculos capitaleños. Este Centro de jóvenes había llegado a contar con más de
500 miembros y sus actividades tuvieron momentos de gran entusiasmo. Había
vivido ya cuatro años o más y parecía que había llegado ya a una condición en
que sus existencia estaba asegurada”. (...) Para entrar a él nunca se exigieron
cartas de aristocracia ni patentes de raza”.
Un caso con el que podemos tipificar la situación de las sociedades durante
la dictadura de Trujillo, es el del Club Unión, fundado en 1892 durante la
dictadura de Ulises Heureaux como un centro para el esparcimiento de las clases
más pudientes de la capital dominicana. Con una membresía exclusiva y cuarenta
años de existencia, se había transformado en una de las instituciones más
importante de las primeras décadas del siglo xx, y acumulado suficientes
recursos para financiar sus actividades.
El rumor no confirmado, apuntaba a un conflicto con el nuevo presidente de
la República por supuestamente habérsele negado su ingreso como miembro,
antes de ocupar la primera magistratura.La oportunidad del desquite contra la
afrenta surgió en medio de la crisis provocada por el ciclón de San Zenón
cuando el Congreso otorgó poderes extraordinarios para tomar medidas económicas
que permitieran salir de la situación creada por la terrible tempestad.
El público enfrentamiento del mandatario con el Club Unión se inició
cuando, en medio de la Ley de Emergencia y las actividades que comenzaba a
desarrollar la Cruz Roja bajo el control directo de Trujillo, la
institución no pudo entregar sus fondos disponibles, unos $22 mil pesos,
y el gobierno expidió un decreto exigiendo esos fondos en calidad de
préstamo. La tesorería del Club había prestado el dinero para otros fines y el
gobierno denunció la situación como de irregularidad en el manejo de los
fondos, pues se los habían prestado a la firma De Lemas Sucesores, en la que
trabajaba el tesorero, señor Ramón Espinal. Otros 100 mil pesos de la institución
también habían sido prestados con garantía hipotecaria.
A partir del conflicto, por el gobierno no poder utilizar los fondos del
Club, se desató una lucha que sólo va a finalizar con el cierre de la antigua
sociedad:
El 2 de mayo de 1931 el Club Unión convocó a una reunión de todos sus
miembros activos a una asamblea general extraordinaria, para celebrarla en el
local del Club Nosotras y tratar asuntos relacionados con el Fondo de Reserva
de la institución , pero la asamblea no pudo realizarse por la “falta casi
completa de quórum, convocándose nuevamente para celebrarse el 6 de mayo. De
acuerdo a sus estatutos la asamblea podía realizarse con la totalidad de los
que asistieran y se publicó el motivo relativo al edificio y la entrega de
acciones a los miembros que contribuyeron con el fondo del mismo.” El día
previsto fue celebrada la reunión y Ramón O. Lovatón propuso dar voz y voto a
los socios pasivos en todas las deliberaciones que afectaran el fondo de
reserva. La situación reflejaba tímidamente, el enfrentamiento entre sectores
de la burguesía tradicional con los intereses económicos de Trujillo y los
socios se fueron paulatinamente entregando a sus designios.
Desde entonces la humillación ante el mandatario fue permanente. A raíz del
regreso de Trujillo de la ciudad de Santiago, donde había trasladado la sede
del gobierno, el Club convocó a todos los “Centros sociales” para la recepción
al presidente Trujillo para “tributarle una brillantísima recepción, en la cual
tomaran parte elementos de todas as clases sociales, todas las organizaciones
que representan algún valor en la sociedad, los centros recreativos, y
otros.(…). Con motivo de su reintegro a la vida capitaleña”
El 6 de mayo de 1931 se aprobó definitivamente el préstamo solicitado por
el gobierno ascendente a $ 22,394.00 con el fin de aumentar el fondo de la Cruz
Roja Nacional, justificado con la Ley de Emergencia y en mayo de 1933
volvió a reunirse en asamblea para tratar sobre la liquidación del Fondo de
Reserva. Desde antes de esa fecha la institución buscaba formulas para
apaciguar la irritación del presidente de la República: el 5 de febrero celebró
un ágape cordial con la asistencia de Trujilo, el 6 de mayo la asamblea aprobó
el préstamo al gobierno, el 30 de noviembre dedicó le baile de San Andrés, y el
16 de octubre de 1932 celebró un baile de etiqueta en su honor.
Aún así, comenzó una aplastante campaña de descrédito contra los directivos
de la tradicional institución, a través de la prensa nacional. El 27 de agosto
de 1931 el periódico La Opinión comentó que el Club Unión estaba en un espíritu
de “letargo y monotonía”, (…) no dando notación de su existencia, mientras las
otras asociaciones vibran y dejan sentir su nota vital en el ambiente, a
pesar de estar a una distancia muy remota, en potencialidad económica, al
borbónico centro de la calle Separación. (…) Pareciendo—dice la nota--, que los
directivos del centro no actúan según el temperamento del ambiente, sino según
su humor personalísimo”, además de que sus bailes resultan “monótonos y
cansones. .
A finales de 1932 ya el Club Unión se había doblegado antes el gobierno,
pasando Trujillo a darle el último golpe el 8 de noviembre fueron celebradas
las elecciones para elegir la directiva que habría de regir sus destinos
durante el año 1933. La Opinión motivó los planes para llevar a la presidencia
del centro al General Rafael L. Trujillo, propuesta que “ha sido recibida con
un gran entusiasmo por todos los socios, que ven así segura la realización del
ideal acariciado por tanto tiempo de que el Club resurja del languidecimiento
en que ha estado en los últimos años”-
Trujillo fue electo con la totalidad de los votos de los miembros activos,
ya que los directivos que se proponían reelegirse decidieron retirar sus
candidaturas: “La candidatura relacionista había sido retirada al aparecer la
del Presidente Trujillo que es signo de vida nueva y de indiscutible progreso”.
La falsa fue reseñada por La Opinión, al informar que la asamblea eligió por
“aclamación, triunfante la candidatura en que aparece el Presidente Trujillo
como presidente”, pero que el licenciado Logroño pidió que la elección fuera
hecha como mandaban los estatutos, por lo que todos “a unanimidad votaron por
la candidatura” de Trujillo y sus más cercanos seguidores entre los que se
encontraban Ernesto B. Freites, Jacinto B. Peynado, Hipolito Dubreil, Osvaldo
Báez Soler, Alfredo Ricart Olives, Max Henríquez Ureña, Teodulo Pina Chevalier,
R. Paino Pichardo, Felipe Vicini, Julio Ortega Frier, J. M. Bonetti Burgos,
Francisco A. Benzo, Arturo Logroño y el coronel Federico Fiallo.
Al ser “electo” Trujillo se encontraba en San José de las Matas, por lo que
se le envió un cablegrama informándole: “Acabamos de elegirle Presidente del
Club Unión por voto unánime”. Pero Trujillo no conforme todavía, asumió
la presidencia al mismo tiempo que se informaba de la constitución del Club
Presidente Trujillo y de la donación de 100,000 pesos hecho por Trujillo para
la construcción de su local.
Mientras tanto el Club Unión se tomaba como plataforma para exaltar la
figura del dictador y de su familia: el 24 de octubre de 1933 celebró baile en
homenaje a Trujillo, el 6 de abril se informó del entusiasmo de los festivales
dedicados a los esposos Trujillo-Molina, el 10 de ese mes los “bellos rasgos de
la directiva del Club Unión”, al obsequiar a los niños pobres en nombre de
Ramfis”, pero en septiembre de 1934 comenzó el final. El. 27 se informó sobre
la liquidación de los fondos del Club, el 6 de noviembre el cambio de directiva
y el 2 de mayo de 1935 su definitiva desaparición .
Todos los socios y los recursos, incluyendo el mobiliario del Club pasaron
a formar parte del Club Presidente Trujillo y aunque el historiador Robert D.
Crassweller explica que no fue a ese club sino al de la Juventud que se traspasaron
sus bienes , realmente resultó del interés de los funcionarios y del propio
Trujillo que un Club que llevara su nombre se constituyera en el más exclusivo
de la República Dominicana.
Trujillo y el control de las Sociedades culturales
A partir de 1935, la sociedad dominicana comenzó a rendirse ante los
intereses socio-políticos de Trujillo. Juan Isidro Jimenes Grullón lo explica
diciendo que la intelectualidad y los burgueses se convirtieron en pilares del
régimen, accediendo gustosos a sus demandas y formando “ellos ficticias
asociaciones para brindar homenajes, celebrar los natalicios del dictador, o
construirle estatuas. En sus centros sociales, la tiranía recibiío los más
esplendidos agasajos,” pero desde antes, las más destacadas instituciones del
país compitieron para demostrar su adhesión al tirano. Las que no se destacaron
auspiciando esas actividades o fueron relegados a condiciones
insignificantes o terminaron desapareciendo.
Como ejemplo, una larga lista de nuevas instituciones demuestra hasta donde
la sociedad se inclinó fervorosa ante los pies del dictador. Por ejemplo, el 7
de julio de 1938 fue fundada la Sociedad Pro-Arte Nacional con la finalidad “de
cooperar intensamente con el Generalísimo Trujillo en el auge de la cultura
dominicana”. El cuadro que presentamos a continuación es una muestra de la
situación vivida por las sociedades durante la dictadura de Trujillo:
Las Sociedades y sus vínculos con la dictadura de Trujillo
________________________________________________
Nombre Fecha Actividad
Club de Damas de Stiago. 21 de mayo de 1931 Baile a la esposa de Trujillo
Country Club 21 de julio 1931 Baile en honor a Trujillo
Club 19 de Marzo de Azua 24 octubre 1932 Diploma
a Trujillo
Club Quisqueya de Mao diciembre de 1932 Baile a Trujillo
Club Santiago 23 diciembre 1932 Homenaje Flor de Oro Trujillo
Clubes Trujillistas Diciembre 1932 Fundación
Club Santiago Diciembre 1932 Trujillo electo su presidente
Club 2 de Julio 3 enero 1933 Trujillo electo presidente
Sociedad Fe en el Porvenir
de Puerto Plata 17 enero 1933 Trujillo socio de honor.
El Porvenir, S. Cristóbal mayo 1933 Cambio a Club Presidente Trujillo
Club Esperanza
De San Francio de M. 27 marzo 1933 Baile honor a Trujillo
Asociación de Damas
de San Pedro de Macorís 16 mayo 1933 Apoyo reelección Trujillo
Country Club 4 julio 1933 “Bridge-lunch” a
primera dama
Soc. Recreativa Ramfis 15 agosto 1933 Fundación
Asoc. Maestros del Cibao 5 octubre 1933 Banquete honor a Trujillo
Club Comercio Monte Cristi Octubre 1933 Baile a Trujillo
Club Concordia 5 marzo 1934 Entrega de copa a Trujillo
Club de Artesanos 18 marzo 1934 Homenaje a Trujillo
Club Industriales y Artesanos 20 marzo 1934
Homenaje a Trujillo.
Club Nosotras 3 abril 1934 Velada infantil homenaje a Ramfis
Club Damas de Monte Cristi 14 mayo 1934 Bienvenida Ricardo
presidenta
Club Damas de Santiago 24 octubre 1934 Festival a esposa de Trujillo
Club Presidente Trujillo 6 de marzo 1935 Fundación
Presidente Trujillo Beach Club 17 de mayo 1935 Fundación Club
Club Náutico Generalísimo Trujillo 27 mayo 1938 Incorporación
____________________________________________
El proceso que llevó a la disolución y la entrega de las organizaciones más
representativas de la sociedad dominicana, perduró hasta la muerte del dictador
el 30 de mayo de 1961. Al finalizar el régimen dictatorial y el advenimiento de
un clima de libertades desconocidos por la mayoría de los dominicanos hasta
entonces, comenzaron a resurgir los gremios, los clubes barriales, las
agrupaciones culturales y las asociaciones profesionales alejadas de los
intereses de los partidos y del Estado dominicano.
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Silfa, Barcelona, IPSAG, 1980.
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Revista Blanco y Negro, 1917-1925
Revista La Opinión, 1923-1927
Periódico La Opinión, 1927-1942
Periódico Listín Diario, 1915-1944.
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